UNA CURITA POR FAVOR

Mayo 29 de 2020


UNA CURITA POR FAVOR



“Pero un samaritano que iba de viaje llegó a donde estaba el hombre y, viéndolo, se compadeció de él. Se acercó, le curó las heridas con vino y aceite, y se las vendó. Luego lo montó sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó” 

Lucas 10:33-34 (NVI) 


En cierta ocasión, mi pequeña hija despertó llorando en la madrugada, quejándose de dolor en una de sus piernas, mientras nos mostraba que le impedía continuar durmiendo, repetía: ¡Una curita, una curita por favor! Atendiendo a la petición de la niña, su papá toma un poco de crema, le hace un masaje y le pone una porción de tela simulando una cura y a su vez ora por ella. 

Recuerdo, que la pequeña logró conciliar el sueño al instante; posteriormente, cuando volvió a despertar me decía a viva voz mientras saltaba: ¡mamá, el papá me curó! 

Para mi hija su padre es una especie de super héroe que todo lo repara, todo lo soluciona y todo lo cura. Por supuesto, le hemos enseñado que quien obra a través de papá es el DIOS omnipotente; pero quise referenciar esta anécdota considerando que hay dolores que tal vez no nos dejan dormir o heridas que no han sido sanadas y solo necesitamos pedir insistentemente UNA CURITA y depositar toda nuestra confianza en aquel que todo lo puede. 

El versículo que se relaciona como encabezado de este escrito, hace parte del pasaje del buen samaritano, si lees la historia completa sabrás de aquel hombre que fue gravemente herido por unos ladrones luego de quitarle sus bienes; también podrás ver como dos personajes de rango importante (un sacerdote y un levita) siguieron de largo y no le brindaron ningún tipo de ayuda, pero llega ese buen samaritano que lo levanta, lo venda, lo cura y lo cuida. 

No sé cuantas personas te han robado la paz con sus actos o palabras, no sé cuantas han pasado por alto tu dolor, pero sí sé que hay alguien que puede tomarte en sus manos y sanarte: Jesús. Refúgiate en ÉL y permite que su bálsamo de amor sea tu CURITA. 


Alejandra Bustamante.


2 comentarios:

Marly Marín dijo...

Muchas gracias Alejandra, Dios te bendiga por éstas palabras que nos recuerda que Dios es nuestro sanador.

Sofia Rojas Roldan dijo...

Bendiciones aleja que mensajes tan bello