Mayo 22 de 2020
LA VID Y LOS PÁMPANOS.
“Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”, Juan 15:5.
Para comprender el versículo al cual se hace referencia en este devocional, es importante tener claridad frente al significado de las palabras “vid y pámpanos”. A continuación, lo haré brevemente:
Vid: planta trepadora de tronco leñoso y flores verdes cuyo fruto es la uva.
Pámpanos: Son las ramas de la vid de donde brotan las hojas, las flores y los racimos de uvas.
Con relación a lo anterior, podemos entender el sentido de la comparación que hace Jesús; así como los pámpanos necesitan una conexión fuerte con la vid para poder producir la uva, nosotras necesitamos estar ligadas al autor de la vida. El llamado es a permanecer en ÉL, no hay otra forma de hacerlo que, a través de la oración, la lectura de la palabra y la alabanza continúa. Solo así nuestra vida producirá el fruto necesario.
¿Quiere usted ser fructífera como esposa, como madre, como amiga, como empleada, como líder, etc.? No se desligue de la vid verdadera: Jesús.
Sin Él nada podemos hacer. Seamos esos pámpanos, dejémonos alimentar por la fuente de toda bendición, para así ser una extensión de su Gloria.

1 comentario:
Jesús, unida a ti,es el privilegio inmerecido que siempre quiero vivir.
Gracias, gracias, por tu amor. Amén.
Bendiciones, mi hermana. Gracias.
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