EL PREMIO MAYOR

Julio 11 de 2020

EL PREMIO MAYOR

“Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días” 

Salmos 23:6 

David culmina este Salmo presentando el galardón que obtendrán aquellos cuya vida es guiada por el Buen Pastor. 

Recordemos que el pastor no solo alimenta, esquila y cuida sus ovejas, también las corrige y orienta; solo aquellas que se dejan gobernar por él permanecerán a salvo, no perecerán por más difícil que sea el terreno, pues ahí estará su cuidador con su vara y su cayado evitándoles tropiezos. 

Recordemos las palabras del Señor Jesús: 

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” 

Juan 10:27-28 

Hay una preciosa promesa en este versículo, las ovejas del redil del Señor Jesús jamás perecerán ni serán arrebatadas de su mano, pero esto requiere la obediencia a dos mandatos: Oír su voz y seguirle. Ahora que sabemos que nuestro Pastor suple absolutamente todas las necesidades, nos da descanso, avergüenza nuestros angustiadores, nos defiende y nos acompaña con su misericordia todos los días, debemos reconocer también que Él es el gobernador de todo, por tanto, nuestra voluntad debe estar sujeta a la suya. 

La palabra de Dios declara que nuestro Salvador está preparando morada para sus hijos, sí, Él desea que habitemos en su casa por toda una eternidad; pero también es claro en decir que sin santidad nadie le verá, por tanto, para recibir el premio mayor preparado por nuestro Buen Pastor, es necesario caminar por esas sendas de justicia y dirigirnos hacia lo establecido en las sagradas escrituras. Solo la fe en la obra redentora de Cristo, el guardar su palabra y obedecerla nos hará Ciudadanos de su reino. 

“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” 

Hebreos 12:14

¿Quieres habitar en la casa de Dios por largos días? Jesús es el camino que debes caminar, la verdad que debes creer y la vida que debes vivir. 

Dios te bendiga. 

Alejandra Bustamante.