COMO PEZ EN EL AGUA

Enero 25 de 2021

COMO PEZ EN EL AGUA

“La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas cubrían la faz del abismo, y el espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas” 

Génesis: 1:2 

¿Se le hace familiar el versículo citado anteriormente? Seguramente, su respuesta fue sí, la mayoría de personas conocemos la historia de la creación referenciada en las Sagradas Escrituras y es importante considerar que esta porción, no solo nos revela el atributo Creador de Dios, sino además una característica fundamental de su carácter y esto tiene que ver, con que nuestro Padre es ordenado. 

Fíjate que el texto indica que antes de que todo fuese creado, la tierra estaba desordenada y vacía, por lo cual las tinieblas (característica principal de Satanás), cubrían la faz del abismo, es ahí precisamente, donde el Espíritu de Dios empieza a moverse, con un único objetivo: Poner orden, haciéndose cargo de la creación. Aquí, sin lugar a dudas se presenta un escenario, cuyos personajes son totalmente antagónicos, uno que se deleita en el caos y otro que busca a como dé lugar poner las cosas en su sitio. 

Ahora bien, ¿Usted y yo de lado de qué personaje estamos? Basta con cerrar los ojos un momento y reflexionar con relación a la forma en que llevamos nuestra vida, para ello voy a citar algunos aspectos traducidos en preguntas: 

• ¿Dentro de mi lista de prioridades Dios está primero? 

• ¿Suelo lanzar expresiones de desacuerdo con las ordenanzas y mandatos de Dios, anteponiendo mi opinión? 

• ¿Me cuesta sujetarme a la autoridad divina y terrenal? 

• ¿Disfruto más de pasatiempos, que de la lectura de la palabra de Dios y la búsqueda de su presencia en oración? 

• ¿Mi casa, mi habitación, mis finanzas, el manejo de horarios y mi aspecto físico están descuidados? 

Abordo este último, tema porque hace parte de la buena administración de lo que Dios nos otorga. 

Creo que la respuesta a las anteriores preguntas, nos puede regalar un panorama de cómo se encuentra nuestra vida, en caso de hallarse desordenada y vacía, nos es necesario invitar a aquel que puso orden a la creación a morar con nosotras, con el fin de darle sentido a nuestra existencia. 

Finalmente, deseo citar una frase que escuché hace poco de un predicador: 

“Satanás se mueve como pez en el agua en medio de la desobediencia, el desorden y el desconocimiento de las Sagradas Escrituras” 

Y tú y yo, ¿Quién deseamos que se mueva en el río de nuestro corazón? Dios no se mueve en medio de una vida desordenada. 

Dios te Bendiga. 

Alejandra Bustamante.