Junio 15 de 2020
UNA MUJER DE ORACIÓN
“Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos. Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste”
1 Samuel 1:17-18
El pasaje bíblico relacionado anteriormente, hace parte del relato de la historia de Ana, aquella mujer que anhelaba con todo el corazón concebir un hijo. Ana era una de las esposas de Elcana; la otra era Penina, quien tenía varios hijos, a diferencia de Ana que no tenía ninguno.
Penina se empeñó en amargarle la vida a Ana, recalcándole constantemente el hecho de no poder darle hijos a Elcana. No obstante, la palabra de Dios enseña que Elcana amaba a Ana más que a Penina, además podemos inferir a partir de la lectura de 1 Samuel Capítulo 1, que la pareja tenía claro que era necesario tener una relación personal e íntima con el Creador para dirigirse a EL en oración.
Ana sabía que solo Dios podía conceder su deseo de ser madre, por eso oraba de manera insistente, con amargura en su alma y llanto profundo.
“Ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza”
1 Samuel 1: 10-11
La biblia enseña, que Dios escuchó el clamor de esta mujer y premió su fe, concediendo el anhelo de su corazón, por lo cual Ana cumplió su voto de dedicar a su hijo a Jehová y alabó con gran gratitud.
“Y ella dijo: ¡Oh, señor mío! Vive tu alma, señor mío, yo soy aquella mujer que estuvo aquí junto a ti orando a Jehová. Por este niño oraba, y Jehová me dio lo que le pedí. Yo, pues, lo dedico también a Jehová; todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová”
1 Samuel 1:26-28
Otro detalle que me llama la atención, es que Ana oró a Dios y aún sin recibir la respuesta, no estuvo más triste, tal como lo describe el versículo que se cita al principio de este escrito, este es un ejemplo de fe verdadera y confianza en Dios, ella sabía que su Padre tenía el Poder para hacer de lo imposible algo posible, tenía la seguridad de la existencia de un Dios sobrenatural, que a su vez se ocupa de las necesidades y deseos más profundos de sus hijos, siempre y cuando se alineen con su voluntad.
Hoy nuestro creador nos invita a abandonarnos en EL, a depositar en sus manos nuestra confianza y tener certeza que EL existe y es galardonador de los que le buscan.
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”
Hebreos 11:6
Finalmente, recordemos que todo cuanto pidamos debe ser a través del nombre Glorioso de nuestro Señor Jesucristo, el único mediador entre Dios Padre y la humanidad.
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”
1 Timoteo 2:5
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
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