Julio 6 de 2020
OVEJAS DE SU PRADO
“El Señor es mi pastor;
nada me falta”
Salmos 23:1
El texto que encabeza el devocional del día de hoy, hace parte del reconocido Salmo que habla del Buen Pastor. Este Salmo consta de seis versículos, por consiguiente, para cada día de la semana en curso, tomaré uno de esos versículos, con el fin de analizarlos cada uno cuidadosamente.
El punto de partida para comprender este precioso Salmo es saber por qué Dios se compara allí con un Pastor; sabemos por cultura general que la función básica de un Pastor es cuidar ovejas, se ocupa de velar por su protección, de evitarles tropiezos, alimentarlas, esquilarlas, etc. En este sentido, si Dios es un Pastor, sus hijos vendrían a ser sus ovejas.
Una de las características de las ovejas es que son torpes, tropiezan fácilmente, por lo tanto, requieren del acompañamiento constante de un Pastor que les guíe y dirija. Quizá este es el principal motivo de Dios al compararnos con este animalito. Necesitamos quien nos conduzca por caminos de rectitud y el único que puede hacerlo es Jesús, Él es el Buen Pastor.
“Yo soy el buen pastor: el buen pastor su vida da por las ovejas”
Juan 10:11
Como ovejas del prado del Señor, contamos con múltiples beneficios, no es gratuito que el versículo con que se da inicio al devocional del día de hoy, nos recuerde lo siguiente:
El Señor es mi pastor;
nada me falta”
Salmos 23:1
Esto quiere decir que Dios no escatima absolutamente nada para sus hijos, Él suple cualquier necesidad que tengamos: Espiritual, emocional, física, financiera, etc.
No sé cual sea tu necesidad en este momento, pero Dios que es omnisciente sí lo sabe, te invito a abandonarte en las manos del Buen Pastor que tiene cuidado de cada una de sus ovejas, Él suplirá todo cuanto te falta.
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
Filipenses 4:19
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
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