Julio 23 de 2020
¿OJO POR OJO, DIENTE POR DIENTE?
No digas: «A ese le voy a hacer lo mismo que él me hizo a mí; le daré su merecido».
Proverbios 24:29
Jesús sabía que Pedro le negaría tres veces, también que sus discípulos lo dejarían solo en el momento que fue sacrificado y condenado a muerte, sin embargo, cuando resucitó, lo primero que hizo fue buscarles y expresarles su inagotable amor.
David fue perseguido por Saúl varias veces con el fin de darle muerte, no obstante, cuando tuvo la oportunidad de tomar venganza, no lo hizo, sus palabras fueron: Dios me libre de hacerle mal al ungido del Señor.
Esteban estando en manos de sus verdugos a punto de morir, no los maldijo, por el contrario, mirando al cielo oró por ellos.
Así son varios ejemplos de benignidad y obediencia, de tener la plena certeza que la justicia solo a Dios le pertenece y no a ningún ser humano; Él es omnipresente, puede estar en todas partes y todo lo ve.
Entonces, ¿Por qué decir en nuestro corazón, voy a vengarme? Si la venganza es de Dios, no porque El sea malo y esté pendiente de a quien ajusticiar, sino simplemente porque Él es justo y aboga por la causa de los débiles y menesterosos.
No sé en este momento que estés pasando, no sé qué hayan hecho contra ti y tu familia, lo que sí sé es que Dios está en su trono de justicia y santidad, atento para defender tu situación. No tienes que mover ni un dedo, Él lo hará todo, descansa en Él.
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
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