NO TE DEJARÁ CAER
“Bendito el ser humano que confía en el SEÑOR.
El SEÑOR será su confianza.
Será como árbol plantado junto al agua,
que extiende sus raíces hacia la corriente
y no teme cuando llega el calor.
No se preocupa en época de sequía
y nunca deja de dar fruto”
Jeremías 17:7-8
No sé si alguna vez, durante tu paso por el colegio, la universidad o alguna organización, tuviste que asistir a algunos de esos talleres cuyo objetivo es fortalecer el trabajo en equipo; hay una técnica muy utilizada para darle apertura a este tema, que consiste en pararte dando la espalda a uno de tus compañeros, dejando caer tu cuerpo hacia atrás, confiando “ciegamente” en que tu coequipero no dejará que caigas al piso y te golpees.
Varias veces tuve que ser la compañera que se tumbaba hacia atrás, esperando ser protegida por los brazos de otro participante y se alcanza a sentir temor, debo ser sincera.
A propósito de esto, Jesús no nos prometió una vida sin tropiezos, por el contrario, dijo que mientras estemos en la tierra tendremos aflicciones, pero que estemos tranquilos porque ÉL ha vencido al mundo.
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
Juan 16:33
Quiere decir entonces, que hay un lugar confortable donde descansar ante los altibajos de la vida: Los brazos del Señor, quien nos sostiene y nos alienta ante cualquier tipo de eventualidad, no dejándonos caer.
La palabra confianza, no es más que la seguridad y esperanza que depositamos en alguien, lo cual depende estrictamente de la familiaridad que desarrollemos a través del trato y la convivencia; ocurre igual con Dios, pasar tiempo con ÉL, a través de la oración y la lectura de su Palabra, es un factor importante para desarrollar mayores niveles de fe.
La fe por su parte, es el ingrediente principal para confiar en cada una de las promesas de nuestro Padre y no darle lugar a la duda. Por tal motivo, el pasaje que encabeza el devocional del día de hoy, nos hace una invitación especial: Si no queremos estancarnos, ni vivir atados al miedo, sino dar mucho fruto y caminar en libertad, debemos tener vertida toda nuestra confianza en Dios, no en nosotros mismos, ni en nuestras posesiones u otro ser humano.
¿Tú en quién confías?
Alaba al Señor a través de esta canción:
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
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