NO SE DUERMA EN LOS LAURELES

Septiembre 17 de 2020


NO SE DUERMA EN LOS LAURELES


“Y un joven llamado Eutico, que estaba sentado en la ventana, rendido de un sueño profundo, por cuanto Pablo disertaba largamente, vencido del sueño cayó del tercer piso abajo, y fue levantado muerto” 

Hechos 20:9


¿Has escuchado alguna vez la expresión: se durmió en los laureles? Esta es una forma popular de referirse a una persona que descuidó o abandonó una labor emprendida, es decir, que después de haber conseguido algo, se relajó. El versículo que encabeza el presente escrito, nos ilustra una situación similar y aunque el protagonista de la historia es un hombre, podemos extraer una valiosa enseñanza para nosotras las mujeres también. 


El texto hace alusión a un joven llamado Eutico, el cual se encontraba en Troas, reunido con Pablo y algunos discípulos, partiendo el pan y estudiando la palabra de Dios, en un aposento alto. Se dice, que el apóstol Pablo extendió su discurso hasta la media noche, por lo cual a Eutico, quien estaba sentado en una ventana, le venció el sueño y cayó abajo, de donde fue recogido muerto. 


Sé que como a Eutico, a ti y a mí, Dios nos ha querido llevar a niveles muy altos de conocimiento de su Palabra y comunión con su Santo Espíritu, su interés es siempre que disfrutemos de su plenitud, sin embargo, es posible que haya en nuestra vida una especie de sueño espiritual que puede llevarnos al precipicio (separación de Dios y sus propósitos. 


Ahora bien, ¿cómo darnos cuenta que estamos en un sueño espiritual? Analicemos algunos puntos: 

  • Disfruto más de actividades de entretenimiento o distracción, que de la palabra de Dios y la oración. 
  • Me caracteriza el desánimo e inconstancia. 
  • No tengo firmeza hacia la obediencia. 
  • Me ha sobrevenido una insensibilidad a la presencia de Dios y acepto conductas que sé son pecaminosas, como si fueran lícitas. 
  • Hago caso omiso del llamado a la gran comisión (compartir las buenas nuevas de salvación a otras personas) 

Las anteriores son solo algunas formas que pueden evidenciar que estamos durmiéndonos a nivel espiritual, seguramente habrá más, por eso es importante preguntarle al Espíritu Santo si hemos caído en un sueño que pueda llevarnos a una ruptura de nuestra relación con Dios. 


Por fortuna, la historia de Eutico, no terminó allí, pues según el contexto bíblico, este hombre fue vuelto a la vida por el poder de Dios a través del apóstol Pablo. Si te encuentras al borde de la muerte espiritual, es hora de clamar al Padre por una resurrección. 



Dios te bendiga.


Alejandra Bustamante.



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