NO LE DE PENA

Junio 7 de 2020


NO LE DE PENA



“También David volvió a su casa para bendecir a su familia; pero Mical, la hija de Saúl, salió a recibirlo y le dijo: 

—¡Qué bien ha quedado hoy el rey de Israel, mostrándose delante de las esclavas de sus criados como un desvergonzado cualquiera! 

David le respondió: 

—Es verdad; he estado bailando, pero ha sido delante del Señor, que me escogió en lugar de tu padre y de toda tu familia para ser el jefe de su pueblo Israel. Por eso bailo delante de él. Y aún me humillaré más que ahora; me rebajaré, según tu opinión, pero seré honrado por esas mismas esclavas de que tú hablas” 


2 Samuel 6:20-22 (DHH) 


En una sociedad donde es poco intelectual creer en Dios, amarle y seguirle, se hace necesario que aun con más pasión y gratitud exaltemos el nombre de aquel que nos dio la vida y nos redimió. ¡Esta es una actitud valiente! 



En muchos de los escenarios en los que he tenido la oportunidad de estar, especialmente en los laborales y académicos, he sido objeto de burla y no te imaginas como me gozo en ello, aunque pueda sonar contradictorio. Hablar de Jesús y tener un caminar conforme a su voluntad ha hecho que reciba calificativos como: anticuada, mojigata, fanática y otros que por educación no quiero nombrar, pero ¿sabes una cosa? Cuando recibo este tipo de señalamientos, sonrío y doy gracias a Dios porque le conozco y sin jactarme en ello, todo esto quiere decir que hay un sello en mí que me hace diferente. 



En el pasaje de hoy podemos recordar aquel momento en el que el Rey David danzaba con gran gozo a Dios, como muestra de gratitud por sus bendiciones, razón por la cual fue objeto de burla de Mical, hija de Saul. 



Ante las necias palabras de esta mujer, David responde que el objetivo de su danza es darle Gloria al Dios que le escogió de lo más vil para hacerle Rey; y que es necesario rebajarse y humillarse ante aquel que merece todo reconocimiento y alabanza. 



Que está historia inspiradora, nos anime a enaltecer el nombre de nuestro Señor en todo tiempo y lugar, sin importar el qué dirán, porque estamos en esta tierra para alabanza de su nombre y para agradarle ÉL, no para encajar en lo “popularmente aceptado”. Así que, NO LE DE PENA



“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo” 

Gálatas 1:10 



"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego"

Romanos 1:16


Dios te bendiga. 


Alejandra Bustamante.


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