Octubre 07 de 2020
NO ABANDONE SU RECIÉN NACIDO
“Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”
1 Pedro 5:2-4
¿Quién de ustedes acabando de dar a luz un hijo, lo deja solo en una habitación a su propia merced? Creo que ninguna, sabemos que un niño y más si es recién nacido requiere de muchos cuidados: alimentación, aseo, abrigo, cariño y protección; es inaudito pensar que pueda valerse por sí mismo. Y creo que usted y yo como madres, ejercemos esa labor de cuidadoras, no por ningún interés, sino por el inmenso amor que Dios pone en nuestro corazón y por la gran responsabilidad que ha depositado en nosotras, al confiarnos el rol materno.
Espiritualmente, también damos a luz o parimos hijos, cuando tenemos por gozo compartirle a alguien las buenas nuevas de salvación, con el fin de darle a conocer el plan de Dios con su vida y las consecuencias de desviarse de ese propósito. Y al igual que un recién nacido, esa persona requiere cuidados, que se materializan en un discipulado y acompañamiento constantes, con base a la palabra del Señor; no basta solo con decirles “Cristo te ama y necesitas un salvador”, es necesario dedicarles tiempo y enseñarles la verdad bíblica, además de darles un buen ejemplo.
El texto que encabeza el devocional del día de hoy, es un llamado del apóstol Pedro a cuidar la grey de Dios, es decir su rebaño, esas ovejas que Él ha puesto a nuestro cargo para pastorear. La invitación es a hacerlo no por ganancias deshonestas, ni pretendiendo tener señorío sobre esa grey, sino con ánimo y prontitud.
Es una labor que requiere de mucho amor y paciencia, dado a que el rebaño en ocasiones se torna rebelde, sin embargo, así como Jesús es misericordioso contigo y conmigo, debemos mirar con compasión a esas personas que Dios ha puesto a nuestro cargo para trazarles la verdad del evangelio y no abandonarlas por ningún motivo.
Es lamentable, ver como en la actualidad, escasean las personas que realmente pastorean, conforme a la directriz que nos dejó el Señor a través del apóstol Pedro.
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
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