MI MEJOR PINTA
“Fuerza y honor son su vestidura;
Y se ríe de lo por venir”
Proverbios 31:25
Los últimos días, Dios nos ha ratificado que somos hechura suya, por tanto valiosas y bellas, además tenemos el privilegio de tener nuestro cuerpo como el templo en el que el Espíritu Santo habita, lo cual a su vez, nos hace asumir la responsabilidad de mantener limpio y en orden todo nuestro ser.
En consideración con lo anterior, Dios hoy desea mostrarnos como deben ser las vestiduras de una mujer, cuyo propósito al ser creada, ha sido que glorifique a su hacedor. Antes de entrar en materia, quiero que por un momento te imagines que has sido invitada a una fiesta, si eres como yo, podría asegurar que días antes, empiezas a imaginar y planificar con una leve preocupación de sentirte y verte hermosa, que traje vas a ponerte, como será tu peinado y maquillaje; no nos digamos mentiras, absolutamente todas, queremos irradiar e impactar al lugar que lleguemos.
Ahora bien, tú y yo hemos sido convidadas al banquete celestial, sí, nuestro Creador, desea hacer morada con nosotras en la eternidad, en este sentido, la pregunta sería: ¿Nos estamos preparando con el mismo entusiasmo que lo hacemos para una fiesta?
El versículo que da inicio al devocional del día de hoy, hace parte del elogio de la mujer virtuosa, escrito por Salomón, en el cual enuncia tres características básicas que debemos tener todas aquellas mujeres que deseamos fervientemente el encuentro con nuestro amado Señor en la patria celestial. ÉL habla de una mujer que se viste con un traje de fuerza, honor y se ríe de lo porvenir.
Necesitamos fuerza, que en este caso, sería sinónimo de templanza para decir NO al mundo y los deseos que nos apartan de la voluntad de Dios, fuerza para vencer las pruebas y tentaciones que nos trae el peregrinaje por la tierra.
Y el honor, solo lo obtenemos cuando llevamos un diario vivir coherente con lo que demandan las sagradas escrituras, cuando no somos únicamente oidoras de la palabra de Dios, sino que nos ocupamos de ponerla por obra.
Lo anterior, hará que nos riamos de lo porvenir, en vista que no tendremos temor al castigo, cuando vivimos una vida sumergida en la gracia y misericordia de Dios, evidenciada en nuestro diario caminar.
Que nuestra mejor pinta sea la fuerza, el honor y la tranquilidad de tener un porvenir seguro en Cristo Jesús.
Alábale con esta canción.
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
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