Junio 30 de 2020
NO TE CONFORMES CON ESA SEMILLA
“No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios.
Lo que se siembra, se cosecha”
Gálatas 6:7
Hay un método para la intervención profesional con familias, llamado constelaciones familiares, cuyo objetivo es liberar a las personas de las tensiones o conflictos, que suelen venir de generaciones pasadas y tienen sus orígenes en sucesos de la historia familiar. El método afirma que los acontecimientos emocionalmente intensos (conflictos no resueltos) de nuestros antepasados familiares son transmitidos generación tras generación.
Quiero dar la salvedad, que, aunque no estoy de acuerdo con las técnicas utilizadas para operativizar este método con las familias, porque me parecen un tanto esotéricas, sí estoy de acuerdo con lo que afirma acerca de las cargas que podemos llevar por no resolver asuntos familiares de nuestros antepasados; pero liberarse de esas cargas solo es posible a través de una entrega total a aquel que rompe cadenas y pudre yugos de esclavitud: Jesús, no hay intervención profesional que sea suficiente si Él no es tenido en cuenta.
Para ilustrar un poco lo que acabo de exponer, tenemos el caso de una familia en la biblia que llevó generación tras generación una carga de esclavitud: El engaño. Analicemos los siguientes versículos:
“Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara”
Génesis 20:2
“Cuando los hombres que vivían allí le preguntaron a Isaac acerca de Rebeca, su esposa, él dijo: Es mi hermana. Tenía temor de decir: Ella es mi esposa» porque pensó: Me matarán para conseguirla, pues es muy hermosa”
Génesis 26:7
“Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me bendigas”
Génesis 27:19
Los anteriores versículos dan cuenta de cómo Abraham mintió, haciendo creer a Abimelec que Sara no era su esposa sino su hermana; con el transcurrir del tiempo su hijo Isaac incurre en el mismo pecado negando a su esposa Rebeca. Como resultado vemos también a Jacob, hijo de Isaac, siguiendo el mismo patrón familiar, engañando a su padre para robar la primogenitura de su hermano Esaú.
La anterior es la evidencia del texto citado al inicio de este devocional:
“No se engañen ustedes: nadie puede burlarse de Dios.
Lo que se siembra, se cosecha”
Gálatas 6:7
Abraham sembró engaño y cosechó engaño.
No sé cual sea el patrón de comportamiento predominante en tu familia, pero puedo asegurarte que si es algo que ha venido dañando generación tras generación, Dios hoy quiere sanarlo y liberarte de esas cadenas. Tal vez, has cargado con historias de abuso, violencia, depresión, drogadicción, inmoralidad sexual; solo Dios y tú lo saben, este es el día de mirar hacia tus antepasados, hacer un análisis exhaustivo de las cadenas que han atado la historia familiar por causa de lo que se ha sembrado, reconociendo que el único que puede ayudarte es Jesús.
“Así que, si el Hijo (Jesús) os libertare, seréis verdaderamente libres”
Juan 8:36
Oremos: Padre eterno, tú que todo lo sabes ayúdame a comprender cuales son las causas de la realidad que durante tantos años ha dañado mi familia, te pido que, a causa de la presencia de tu Espíritu Santo, toda cadena sea rota. Ayúdame de ahora en adelante a caminar en libertad a través de la obra redentora de Jesús, sembrando bienestar para mí y los míos. Amen.
Para finalizar, escucha esta canción:
Dios te bendiga. Alejandra Bustamante.
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