Junio 18 de 2020
LA PEOR PLAGA
“Entonces Faraón llamó a Moisés y a Aarón, y les dijo: Orad a Jehová para que quite las ranas de mí y de mi pueblo, y dejaré ir a tu pueblo para que ofrezca sacrificios a Jehová.
Y dijo Moisés a Faraón: Dígnate indicarme cuándo debo orar por ti, por tus siervos y por tu pueblo, para que las ranas sean quitadas de ti y de tus casas, y que solamente queden en el río.
Y él dijo: Mañana. Y Moisés respondió: Se hará conforme a tu palabra, para que conozcas que no hay como Jehová nuestro Dios”
Éxodo 8:8-10
La biblia muestra como durante algún tiempo, Israel estuvo subyugado bajo el dominio del Faraón Egipcio; este personaje se opuso en diversas ocasiones a que los Israelitas adoraran y sirvieran a Jehová su Dios, por lo cual recibió como consecuencia diferentes tipos de plagas. El texto que se cita en el presente devocional hace referencia a una de esas plagas: LA PLAGA DE RANAS.
Imagínese querida amiga, con su cama llena de ranas o que al abrir su armario se encuentre un centenar de estas pequeñas saltarinas; más o menos ese era el escenario para el cruel Faraón y todo su territorio, por lo que solicitó a Moisés y a Aarón que intercedieran ante Dios para que la plaga cesara. Pero, ¡Oh sorpresa!, al preguntarle Moisés que cuándo deseaba que oraran por él, por su pueblo y sus siervos, Faraón responde: MAÑANA.
El anterior es un ejemplo para no seguir, ¿cómo es posible tanta negligencia con su propio bienestar?, ¿cómo explicar tal falta de interés por la intervención de la bondadosa mano de Dios?
En este momento quiero que nos detengamos a pensar cuántas veces le hemos dado a Dios como respuesta UN MAÑANA, mañana te busco, mañana oro, mañana escudriño las escrituras, mañana obedezco, mañana, mañana, mañana…
Es hora de ser diligente con lo divino, con lo eterno, con lo que no perece.
“Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”
Isaías 55:6-7
LA PEOR PLAGA para el ser humano es ser negligente al llamado de Dios.
Alejandra Bustamante.
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