MIRA LA ESENCIA, NO LAS APARIENCIAS

Julio 28 de 2020


MIRA LA ESENCIA, NO LAS APARIENCIAS


"Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón" 

1 Samuel 16:7 


El día de ayer, mientras peinaba mi cabello frente al espejo, alistándome para una reunión importante, recordé el proceder de la blusa que tenía puesta (la misma que aparece en la foto de este Devocional), deseo contarte la historia para ilustrar el tema que hoy Dios nos regala para reflexionar. 


Mucho antes de la pandemia que estamos atravesando, fui a almorzar donde mi hermana, como es su costumbre, quiso deshacerse de algunas cosas que había en su armario, que ya no usaba o que simplemente no eran de su agrado, entre todo lo que sacó para regalar, estaba la blusa de la cual les hablo, ella me dijo: "Me regalaron está blusa y jamás me ha gustado, me parece fea, si te gusta, llévatela" 


La verdad, no me fijé en la belleza de la prenda sino en su utilidad y en qué no era justo archivar un regalo. 


El versículo de hoy, nos expone aquel momento en el que David fue ungido como Rey de Israel. Recordemos que cuando Samuel fue comisionado para esta elección, tuvo la oportunidad de ver de frente a los siete hermanos de David, quizás, grandes, fuertes y aparentemente aptos para el cargo vacante, pero Dios se había fijado en el más insignificante ante los ojos humanos: David, un simple muchachito que pastoreaba ovejas. Incluso Isaí, su propio padre jamás contempló la idea que él fuera el elegido de Dios. 


No sé si alguien te ha desechado, hoy Dios te toma con sus manos y te dice: Eres valiosa para mí, tengo un propósito contigo y a través de ti, porque eres apta para mí obra. Así que recobra tu valor. 


Dios te bendiga.


Alejandra Bustamante.


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