Octubre 8 de 2020
H20: QUÍMICA BÍBLICA
“En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva”
Juan 7:37-38
El evangelio de Juan, expone a Jesús como la Palabra de Dios hecha hombre, del mismo modo, en el texto bíblico que encabeza el devocional del día de hoy, vemos como nuestro salvador se dirige a todo aquel que tiene sed (emocional, espiritual), presentándose a Él mismo como el agua que sacia toda necesidad del corazón humano; lo que nos debe llevar a comprender que la Bendita Palabra del Señor, encarnada en Cristo, es simbolizada con el líquido vital: El agua.
El agua como tal, es demasiado importante para la existencia humana, incluso se afirma que la mayor parte de nuestro cuerpo está compuesta por este elemento, debido a que ayuda a disolver muchas sustancias, permitiendo a nuestras células, usar los nutrientes, minerales y elementos químicos necesarios para la salud. También debemos reconocer, la habilidad que tiene el agua para transportar material de desecho fuera de nuestros cuerpos.
De igual forma, la Palabra de Dios, es de vital importancia en la vida de cualquier ser humano, dado a que es la encargada de transportar por todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo, el contenido de la verdad maravillosa que se halla en el corazón de nuestro Creador, con el fin de librarnos de las consecuencias de la enfermedad (el pecado) que nos ha hecho acreedoras de la muerte eterna y así ayudarnos a desechar todo lo que puede dañarnos.
Sin el ánimo de autodenominarme una experta en química, quiero compartir contigo, algo maravilloso que he sentido de parte de Dios, para exponerlo en este blog; sabemos que el agua se compone de 2 moléculas de hidrógeno y 1 molécula de oxígeno y su fórmula química es H20.
Consultando un poco acerca de estas dos sustancias, encontré que el hidrógeno es el elemento más abundante en el universo y que es altamente inflamable, incluso se piensa a futuro que éste, reemplace al combustible convencional; por otro lado, del oxígeno, se afirma que tiene una aplicación importantísima en la respiración de todo ser vivo y que separado del hidrógeno es un gas, mientras que junto a él se convierte en agua líquida.
Hay una gran similitud entre estas dos sustancias y la Palabra de Dios, la Biblia también es el elemento más abundante en todo el universo, pues por ella misma existe todo lo que nos rodea, además es altamente inflamable: quema el pecado, quema la condición caída del ser humano; e indiscutiblemente necesitamos de la Palabra de Dios para vivir, así como al oxigeno para respirar.
Hoy te invito a que no dejes de beber del agua de vida eterna, solo a través de ella puedes ser saciada.
Alejandra Bustamante.
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