EL CINTURÓN
Esto es lo que me dijo el SEÑOR:
«Jeremías, ve y cómprate un cinturón de lino, colócatelo en la cintura y no te lo quites nunca, ni para lavarlo». Así que compré el cinturón tal como el SEÑOR me había dicho y me lo coloqué en la cintura.
Luego, el SEÑOR me dio un segundo mensaje: «Toma el cinturón que compraste y que llevas en la cintura, ve a Perat y escóndelo allí en una roca». Así que fui y lo escondí en Perat, tal como me lo había ordenado el SEÑOR.
Después de mucho tiempo, el SEÑOR me dijo: «Levántate, y ve a Perat y toma el cinturón que te ordené que escondieras». Así que fui a Perat, cavé y saqué el cinturón del lugar donde lo había escondido. El cinturón ya estaba podrido y no servía para nada.
Jeremías 13:1-7 PDT
¿Te ha pasado que compras algún artículo de moda (cartera, cinturón, zapatos, etc) por simple antojo o capricho y resultas dándole poco uso, guardándolo por mucho tiempo en tu armario? A mí en diversas ocasiones me ha ocurrido y cuando quiero darle uso a dicho elemento he encontrado su material deteriorado ¡dinero mal invertido!
El Creador de cielos y tierra en cambio, es un gran inversionista, tú y yo fuimos entretejidas por ÉL en el vientre de nuestra madre con un fin y un propósito, recibimos de su parte variedad de dones y talentos para ponerlos al servicio suyo y de la humanidad, ÉL no se equivocó en tal inversión. Pero ¿qué estamos haciendo con aquello que recibimos? ¿Le estamos dando el uso adecuado? O ¿estamos esperando que se pudra?
El pasaje bíblico de hoy, nos enseña que todo aquello que no recibe el uso para lo cual fue diseñado, se deteriora. No sé con qué estés batallando que te impida poner en funcionamiento lo que Dios te ha entregado, tal vez la timidez, la culpa, la pereza, la negligencia o simplemente no has descubierto tu propósito. Sea cual sea el motivo, Dios hoy nos recuerda que somos especial tesoro para ÉL, todo cuanto ha puesto en nuestras manos es útil para su obra, por tanto no debemos esconderlo ni dejar que pase el tiempo sin darle el uso para el cual nos fue otorgado.
No olvidemos que somos hechura suya, para alabanza de su Gloria.
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
Alejandra Bustamante.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario