Mayo 14 de 2021
DULCE COMPAÑERO
“Señor, oye mi voz; estén atentos tus oídos a la voz de mi súplica”
Salmos 130:2
Alguna vez
escuché por casualidad, a una mujer contándole a otra, que se sentía como un
mueble más en su casa, esto para hacer referencia a la poca cantidad y calidad
de tiempo que le dedicaba su ocupado esposo; sin ir a juzgar a este hombre ni a
ninguna otra persona, porque no me corresponde y tampoco es el tema de este
devocional, es posible afirmar que en algún momento de nuestra vida nos hemos
sentido relegadas al último lugar o ignoradas por alguien a quien queremos
mucho, lo cual genera una barrera inmensa en la comunicación y como resultado
ese desazón de no poder expresar nuestro sentir cuando más lo necesitamos,
porque ya sabemos de antemano que se nos va a restar importancia.
Por fortuna, no
es así con nuestro Dios; la biblia declara lo siguiente: El Señor mismo elegirá la señal, ¡Una joven dará a
luz un niño! y ella le pondrá por nombre Emanuel (que significa Dios está con
nosotros) Isaías 7:14 (NVB).
Emanuel es uno de los nombres dados a
nuestro salvador y denota su carácter omnipresente, es decir, que siempre está
con nosotros; consecuentemente el Salmo que encabeza este devocional, nos insta
a recordar que el Señor escucha nuestra voz cuando le buscamos en oración, sus oídos
siempre van a estar atentos a nuestra súplica. Él jamás nos ignora, está
interesado por nuestros asuntos y nunca lo encontraremos ocupado.
Aunque es sumamente importante contar con una
red de apoyo en nuestra familia, iglesia, vecindario, etc, nadie puede suplir
nuestras necesidades como Dios lo hace, hoy te invito que ante cualquier
eventualidad al primero que busques siempre sea el Señor, NUESTRO DULCE
COMPAÑERO.
Alabémoslo con la siguiente canción:
Dios te bendiga.
Alejandra Bustamante.
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