Julio 7 de 2020
¿DE QUÉ TE ALIMENTAS?
“En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará”
Salmos 23:2
El día de ayer empezamos un ciclo de devocionales basados en el Salmo 23, el cual hace referencia a Dios como nuestro Pastor. Hoy tendremos la oportunidad de continuar con este estudio, analizando detenidamente el versículo 2 de este Salmo.
Cabe anotar que la analogía entre el Pastor y sus ovejas, es interesante mirarla desde una óptica real, es decir, a partir de las características de estos dos personajes, tal y como se empezó a hacer en el devocional anterior.
Hoy deseo contarles, que, con base a algunos estudios que he estado leyendo, me he dado cuenta como los pastores que habitan en tierras desiertas de Judea se concientizan de lo agotador que es para el rebaño de ovejas caminar trayectos muy largos por zonas áridas, por lo cual se percatan también de los lugares donde están los oasis (parajes con agua y vegetación) y allí conducen a sus ovejas para proporcionarles descanso, alimento y agua en un ambiente apacible.
Es alentador saber que, así como el pastor les proporciona a sus ovejas un lugar de reposo y sustento, nuestro Dios tiene el mismo cuidado con sus hijos.
No es gratuito que el versículo que estamos analizando el día de hoy nos promete lo siguiente:
“En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará”
Salmos 23:2
Las ovejas son animales que se alimentan de hierba, no es nada raro poderlas observar comer ramas bajas de árboles o arbustos que encuentran a su paso; y otro dato importante acerca de ellas es que están dentro del grupo de los rumiantes, lo cual quiere decir, que hacen que sus alimentos regresen a la boca para ser masticados por segunda vez, luego de haber estado depositados en cierta cavidad. Se afirma incluso que un rumiante puede dar entre 25.000 y 40.000 mordidas diarias a su alimento en la cavidad bucal.
Podríamos afirmar entonces, que cuando el Salmo hace referencia a delicados pastos como la principal fuente de descanso y alimento de las ovejas, está haciendo un comparativo con la palabra de Dios; esto porque el alimentarnos de ella con la misma intensidad con que lo hace un rumiante (saboreándola, disfrutándola), hará que hallemos el descanso anhelado para nuestra alma.
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”
Juan 5:39
Ahora bien, hay otro elemento del cual habla este Salmo, se trata de las aguas de reposo. Un pastor que se ocupa del bienestar de sus ovejas, hace todo lo posible para que no mueran de sed ante las largas caminatas bajo los extenuantes rayos del sol. La comparación que aquí se hace indica la presencia restauradora del Espíritu Santo, recordemos que la biblia le asemeja con ríos de agua viva.
“Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes”
Isaías 44:3
Es maravilloso saber, que, como ovejas del prado del Señor, tenemos la plena certeza de que Él conoce cada una de nuestras circunstancias y las dificultades por las que atravesamos en el peregrinaje por la tierra; y podemos tener total confianza que cuando fuere necesario nos conducirá por lugares de descanso y saciedad.
¿Tu alma tiene hambre y sed? Aliméntate de la fuente inagotable de vida: La Palabra de Dios y su Santo Espíritu.
Alejandra Bustamante.
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